Lobo solitario

Corres por el sendero, perdido y desorientado. No sabes dónde estás, todas las direcciones te parecen iguales, e ignoras si te alejas o te acercas. Abandonaste la manada porque tus compañeros no te llenaban, porque te diste cuenta de que detrás de sus imponentes figuras sólo había cerámica hueca y de que, por mucho que te prometieran, la cosa nunca iba a ser distinta.
Elegiste vivir por tu cuenta, ser un lobo solitario en vez de un miembro de la manada y ahora tienes que asumir las consecuencias de tu decisión.
Aunque siempre estás a tiempo de buscar otra manada.

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