Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2009

¿Pasar a la historia?

Decaigo, cada vez más y más, arrastrado por un argumento caótico que no comprendo, y que me envuelve por completo hasta coartar absolutamente mi libertad de pensar y de actuar. Se acabó la "dolce vita" . Se acabó ser el dulce y bueno del libro, he sido relegado como protagonista para ocupar el espacio de un extra más confundido entre los tenues hilos que entretejen la historia. Me siento impotente, como un inerme espectador. Soy testigo de como mi relato se termina y no puedo hacer nada para cambiar el final. ¿Para qué existo ahora?Me pregunto en silencio, inundado por la ira. ¿Para qué me han creado si luego voy a caer en el olvido? Tan sólo soy una marioneta, inerte, sostenida por los hilos que mueve a su antojo un caprichoso titiritero. Se supone que soy su creación, su obra maestra, y si es así...¿Por qué soy capaz de pensar por mí mismo? ¿O en realidad es él quien pone estos pensamientos en mi cabeza? De ser así, aún es más cruel de lo que yo creía. Para tratarme de ést

Infancia

Sueño. Pienso. Concibo. Creo. Cada segundo transcurre como un granito de arena que se desliza entre mis dedos , mientras trato de cogerlo incapaz de hacerlo. Intento despejar mi mente pero no puedo. El tiempo pasa, y yo cada día estoy más lejos de lo que deseo, de lo que me habría gustado conseguir. Lo siento, lo quiero, pero ahora tengo la certeza de que nunca lo lograré. Añoro la época de castillos de ilusiones, y magia de ensueño, una era de imaginación desbordante plagando mi vida, llenando cada oscuro recoveco que pudiera quedar en mi alma. Aunque en esos momentos, pocos había. Ahora estoy aquí, rememorando mi infancia, extrañando recuerdos y momentos que fluyen como estrellas fugaces por mi mente, tan rápidos que apenas soy capaz de captarlos.

The Rose of Battle

Rosa de todas las rosas, ¡la rosa del mundo! Llegaste donde se arrojan las mareas turbias contra los muelles del dolor, y oíste sonar la campana que nos llama; dulce y lejana . La belleza entristecida por su eternidad te hizo nuestra y de la túrbida cana mar. Nuestras grandes naves esperan arriando velas, pues Dios las insta a compartir igual estrella; y cuando al fin, derrotadas en sus batallas, se hundan bajo las mismas estelas blancas, dejaremos de escuchar el débil lamento de nuestro tiste corazón, vivo si no muerto. W.B. Yeats

¿Qué eres?

Quizás una sombra diluida en el viento. Quizás un corazón que apenas palpita con un imperceptible latido. Quizás una sensación de traición. Quizás un niño que juega a ser adulto. Quizás un adulto que juega a ser niño. Quizás un adolescente que desea comprenderse a sí mismo. Quizás el dolor de saberse abandonado, de sentirse solo y perdido entre la multitud. Quizás un pobre loco que no sabe cómo seguir viviendo. Yo no lo sé. ¿Y tú?

El precio de la Armadura

Miras a tu alrededor. Aquellas personas a las que considerabas amigas, cada vez están más lejos, y tú más solo. Soportas la amargura y la tristeza que te hacen sentir, la furia, la rabia, la impotencia de no poder hacer nada para solucionarlo. Y te guardas las lágrimas mientras cuando estás con ell@s, te deshaces en sonrisas tan esplendorosas que difícilmente podrían interpretar. Así, crees que los mantienes a salvo, que no les harás daño alguno, y mientras tu te vas resquebrajando lentamente, como un pedazo de hielo frío, incapaz de compartir con los demás tus verdaderos sentimientos. “¿Cómo lo voy a solucionar si ellos no saben como me siento?” Te preguntas una y otra vez, autoinculpándote porque las personas a las que quieres están cada vez más lejos. Y sin embargo, no das el primer paso. Eres incapaz de hacerlo, tu naturaleza lo rechaza. Y no obstante desearías poder decírselo, anhelas ser como ell@s y proclamar en alto lo que quieres y lo que temes, sin tener que preocuparte por